La realidad es que no todos los que consumen drogas o alcohol son adictos, es decir existe una diferenciación entre aquellos que beben alcohol o usan drogas de manera recreativa de aquellos que ya han desarrollado cierto patrón mental, generando una necesidad cerebral que los lleva a consumir de forma patológica provocando así un consumo adictivo. Cuando esto sucede es cuando es necesario un tratamiento del alcoholismo.
La adicción es cuando ya existe un consumo por dependencia y para poder superarla necesitará ayuda, la cual puede encontrar en Fundación Función Futuro, una institución con más de 12 años de experiencia. Ofrecemos todo lo que necesita y con un equipo altamente profesional, capacitados para dar una solución novedosa y real a sus problemas, trabajando con el objetivo de devolver su salud integral, desde las diversas ciencias y la espiritualidad. Usamos técnicas de Mindfulness, sentido de vida, entrenamiento emocional y elevamiento del poder personal.
Factores psicosociales que propician la adicción
Es importante señalar que cuando la persona comienza a consumir alcohol o cualquier droga ante de cumplir los 25 años entonces será más fácil que se genere una actitud adictiva puesto que a esa edad temprana es muy común que el consumo sea en exceso y abusivo, lo que provoca la adicción. Por otro lado, cuando el inicio es después de los 25 años, las personas no suelen beber o consumir de manera exagerada, por lo tanto, es más complicado que la conducta adictiva se presente.
Los factores psicosociales son los ambientes social y cultural, el ambiente familiar, el mundo emocional de la persona y la capacidad de poner límites de forma adecuada. Se debe considerar elementos dentro del individuo y su entorno que lo empujan a generar actitudes adictivas. En muchas ocasiones el entorno que rodea a las personas puede ser difícil de llevar lo que provocará que esta necesite tratamiento de adicciones.
Uno de ellos en el entorno familiar, por lo tanto, una familia sana va a producir personas sanas, pero si la familia es disfuncional entonces las personas que salgan de ahí serán individuos insanos que pueden tender a generar adicciones, esto es un elemento que se ve en todas las adicciones.
Aquí el medio familiar cumple un rol importante, ya que en la crianza es cuando se está formando a la persona. Por lo tanto, es necesario que los niños tengan sus necesidades básicas bien satisfechas, de lo contario al verse vulnerables y con las necesidades de seguridad, reconocimientos, integración, entre otras, sin ser consideradas, la persona va a generar lo que se conoce como una ansiedad básica.
Dentro de las necesidades que todo miembro tiene está la de afiliación, la de identidad de pertenencia a un grupo, sin embargo, esta también puede ser vulnerada por distintos motivos, los mismos problemas dentro del núcleo familiar hace que los padres no le pongan atención. Es normal que el individuo en crecimiento sienta ansiedad, esta condición sienta las bases para que en el futuro esta persona tienda a una actitud adictiva y necesite tratamiento del alcoholismo.
En cambio, si el entorno familiar es estable no generara estas condiciones. Un ejemplo de un ambiente sano es cuando dentro del seno familiar se hacen promesas y se cumplen, cuando no se presentan invalidación por parte de las figuras de autoridad hacia el hijo, sino que se le reconoce, cuando las comparaciones con hermanos u otros miembros no se hacen presentes. Todo esto evitará que la persona vaya formando un estado emocional desequilibrado y adverso.
En cambio, cuando dentro de la familia se dan todos estos factores el adolescente tendrá lo necesario para ir formando conductas adictivas, es decir, el adolescente comenzará a consumir puesto que lo que desea es evitar su realidad y sus carencias emocionales. Por lo tanto, se debe considerar que la importancia crucial de la asertividad de los padres hacia sus hijos, la comunicación bien estructurada, con respeto. Los padres tienen una gran labor para que la autoridad esté puesta sobre la mesa, pero sin agresividad ni tampoco sumisión, es decir, el cambio de rol no debe suceder, los hijos no deben tener el control de sus progenitores.
Entonces, todos estos compartimentos deben ir acompañados de asertividad, entendiéndose esta como la expresión de las emociones, deseos y necesidades de forma positiva y propositiva. Los padres deben llevar la asertividad en sus conductas, como progenitores deben de cuidar el no vulnerar a sus hijos, pero también fomentar la fortaleza para que el hijo no sea una persona débil y que no sea herido emocionalmente por cualquier cosa.
De aquí que la resiliencia es importante, esto sea aplica tanto para los hijos como para los padres. Todo esto implica tener un buen manejo de las emociones, especialmente vital en los padres, ya que esto lleva a tener un autocontrol de las emociones y desde ahí llevar la paternidad.
La familia puede crear individuos fuertes
Los padres forman el carácter de sus hijos y para esto debe haber un equilibrio entre la sobre protección y dejar al hijo libre. Ya que tanto la sobreprotección como la timidez a la hora de corregirlo hacen daño a la persona que se está desarrollando. Evitando así que el hijo vaya formando su resiliencia y sus herramientas emocionales para ser un individuo en equilibrio y que en el futuro no necesite de asistir a centros de rehabilitación.
El rol de padres es sumamente importante y si bien somos humanos, es normal que se cometan errores, por lo tanto, no se debe vivir con la sensación de culpabilidad o victimización por nuestros hijos, sino entender que lo mejor es tener un equilibrio emocional.
Evitar por completo la idealización de los hijos pensando que son perfecto ya que así se espera que no tengan fallos o se pierde visión y no se es capaz de ver lo que realmente pasa con ellos. Tampoco es posible caer en el extremo de ridiculizar y burlarse, ya que así se genera ansiedad básica y mucho estrés a la persona.
Por lo tanto, el papel del padre es dar herramientas al hijo para que pueda ser fuerte ante un entorno social cada vez más hostil y flexible ante el consumo de las drogas. Debe prepararse el hijo para que pueda advertir los peligros sin escandalizase y crucificar las sustancias adictivas, pero sí detectar el factor de riesgo. De esta manera, las personas deben desarrollar la habilidad de autocuidado y de fijar límites. Dentro del entorno socio afectivo, familia, amigos y en general presión social. Siendo está, la presión social, uno de los principales factores de consumo y posterior adicción.
Por lo tanto, es importante tener habilidades sociales y aprender a decir no ante la presión. En resumidas cuentas, las personas debemos aprender a desarrollar habilidades que nos ayuden a pasar y fluir dentro de los entornos psicosociales. Considerando que los factores y entornos adversos siempre están ahí, pero si se aprende a tener un equilibrio y control emocional y poner límites, las conductas adictivas no tendrán tanto poder para jalarnos.
Para brindar tratamiento del alcoholismo está Fundación Función Futuro, un Centro Integral y Espiritual que ofrece programas contra los desórdenes adictivos, los problemas en pensamiento, emoción y afecto. Mande un correo electrónico funcionfuturo@hotmail.com ya sea para solicitar cita, o bien, para ampliar información de los servicios que ofrecemos, estamos para servirle.