Andrés Jaramillo.
Esta sesión corresponde a una serie de preguntas realizadas por los oyentes del Programa Radial. Se hablará especialmente sobre las drogas y sus consecuencias.
Andrés Jaramillo.
Esta sesión corresponde a una serie de preguntas realizadas por los oyentes del Programa Radial. Se hablará especialmente sobre las drogas y sus consecuencias.
Se entiende por drogas sintéticas a las realizadas en laboratorios artesanales, clandestinos, incluso en laboratorios farmacéuticos, es decir, técnicamente son sustancias que tienen una síntesis química para su elaboración. En esto no importa su procedencia, sea de orden legal o ilegal, son sustancias que tienen una elaboración.
Ellas también se agrupan en semisintéticas, en las cuales básicamente se toma una sustancia vegetal y a través de una síntesis química se logra una nueva sustancia, a través de procesos químicos. Por ejemplo, tenemos las efedrinas las cuales son sustancias con usos medicinales, en jarabes para la tos y otros usos. Estas se derivan de un arbusto que es la efedra. También tenemos las llamadas catinonas, que surgen precisamente de un arbusto llamado Khat, en ellas se encuentran las sales de baño, y podemos incluir algunas modificaciones que se les hacen a las marihuanas sintéticas como el spice y la K2.
Tenemos que ser más profundos en el análisis e incluir también a las más importantes, las anfetamínicas. Las anfetaminas fueron de las primeras elaboradas, más o menos hacia principios del siglo XX, de manera coincidencial, no se sabe si por labores de espionaje pues los ejércitos alemanes, japoneses y americanos lograron la síntesis muy simultáneamente para dárselas a los soldados y vencer sus temores.
Pierre Deniker las llamó psicoanalépticas pues son estimulantes del Sistema Nervioso Central (SNC), que fue como las adoptó la Organización Mundial de la Salud (OMS) de las investigaciones de Deniker. Sin embargo, en los términos de hoy las podemos llamar hipertímicas. Es decir, el timo es el “estado de ánimo “más”, es decir que elevan y exacerban el estado de ánimo.
Bajo estos tecnicismos la coca sería una droga semisintética, por lo tanto, cuando hablamos de drogas sintéticas no podemos hablar de que son las drogas nuevas, como tampoco lo son las semisintéticas, pues tienen más de 150 años. De los anfetamínicos surgen nada menos que el éxtasis, del cual hay muchos.
En realidad, fue hasta que un químico farmacéutico de origen ruso, Alexander Shulgin, quien modificar las estructuras básicas del MDMA (éxtasis) hasta llegar a los éxtasis que conocemos hoy, que se empezó a hablar de las drogas de diseño. Esto quiere decir que hay un diseño químico, farmacológico con un fin específico.
Podríamos decir que todas las drogas que tienen efectos psicotrópicos elaboradas en laboratorio son de diseño. Efectivamente, cuando vemos un antidepresivo, un ansiolítico o un analgésico, los laboratorios han diseñado esta sustancia, la cual ha pasado por estudios clínicos. En países como E.E.U.U y los de Europa son muy rigurosos, 5 años de investigación, luego cinco años de pruebas, además tienen que ser probadas en seres humanos antes de que se analicen los efectos secundarios que estas sustancias puedan tener.
El peligro de estas drogas es que algunas están hechas en laboratorios de garaje, sin buenas prácticas de manufactura, carecen de estudios clínicos lo cual las hace supremamente peligrosas.
No podemos olvidar, dentro de lo que son las drogas de diseño, al LSD (dieltilamida del ácido lisérgico), inventada por un neurofarmacólogo suizo. Al LSD se le encontraron usos clínicos, su hallazgo fue accidental, se hicieron varios estudios clínicos en instituciones d ellos E.E: U.U. que cayeron en desuso debido al efecto secundario, siempre indeseado e inesperado, resultó ser peor que el efecto primario.
Definitivamente, las drogas semisíntéticas y sintéticas debemos agruparlas y ordenarlas, de esta manera proponemos como el mejor término para llamarlas es emergentes, que son drogas nuevas, que emergen en los mercados como el éxtasis, el falso éxtasis que es la flakka, que son sustancias muy peligrosas, incluido el que está de moda ahora en el país, TCB (o tucibi por su pronunciación en inglés), el 2CB en español o el Krokodille que es una imitación de garaje de la morfina
Los norteamericanos han acertado mucho en llamar a gran parte de este este grupo de sustancias como drogas disociativas, o conocidas también por su efecto “zombie”. Según algunos especialistas en neurofarmacología estas drogas tienen la capacidad de separar a la persona del sí mismo, de su propio ser.
Algunos le dan connotación a este efecto disociativo y las llaman drogas enteógenas, porque son drogas que pueden dar un significado mágico, místico, un viaje un poco religioso, pero realmente las drogas enteógenas son viajes químicos, y no podemos darle una connotación de espiritualidad verdadera porque es producida químicamente.
Debemos ser conscientes de que estas drogas emergentes presentan efectos secundarios incluso en todo lo que está asociado a estimular el circuito serotoninérgico, puede generar un síndrome de este orden que puede llegar a ser letal. Eso lo hemos visto en múltiples casos, personas que abusan de estas sustancias. ¿Por qué razón? Pues son sustancias que se demoran en lograr los niveles séricos, por ello las personas no alcanzan a lograr el efecto en la primera dosis y toman la segunda o la tercera dosis sin lograr el efecto, pero es acumulativo. Cuando han pasado dos o tres horas la sangre está inundada del tóxico y vienen los síndromes que pueden ser mortales.
No hay tal afirmación de que hay drogas seguras, de que las drogas de síntesis son inocuas y “no me va a pasar nada”. Todo uso de drogas antes de los 25 años se considera abuso y las personas que tomen la decisión de tomarlas deben ser absolutamente cautelosas de no ir a abusar, y al no sentir el efecto de repetir la dosis con sus implicaciones. Hay que usarlas con absoluta responsabilidad y siendo muy conscientes de sus efectos secundarios que pueden ser absolutamente inesperados. A estos efectos los consumidores los llaman los “malos viajes”, y muchas personas en esta situación han incurrido en una psicosis o han terminado con paro cardiaco o un síndrome serotoninérgico en un hospital.
Analgésicos hay de muchos tipos. Los analgésicos de cuidado son los opioides y los opiáceos. Los opiáceos son todos los analgésicos derivados del opio. Tenemos allí también que hay una síntesis, por lo tanto, serían drogas semisintéticas.
También tenemos los opioides, que tienen estructuras químicas similares, de los que se han sintetizado grandes cantidades y se formulan indiscriminadamente en muchas ocasiones. Estos tienen altos niveles de codeína, hay que estar alerta, tal es el caso del tramal, las meperidinas, el sinalgen, medicamentos que tienen un efecto primario de calmar el dolor, pero el efecto secundario es que pueden generar adicción, y son drogas hipotímicas, que deprimen el estado de ánimo. Si bien no producen una depresión mayor, deprimen el estado de ánimo como efecto secundario al efecto analgésico.
Debemos tener cuidado de no generar una dependencia, una adicción iatrogénica, es decir, generada involuntariamente por la medicina, o por el especialista que la formula. Si hay una fórmula y no se siguen los criterios de esta, muy probablemente se desarrollará una adicción. Esto lo hemos visto en muchas personas, incluso en la señora de 50 o 55 años que por una cirugía toma un analgésico opioide, después empezó a abusar de él, luego empezó a hacer tolerancia, luego a tomar un frasco del analgésico diario. La suspensión en estos casos es de muchísima atención porque se debe hacer bajo un ambiente terapéutico pues no se puede suspender de un momento a otro.
Debemos entender que no hay droga segura, y que todas las drogas tienen un efecto primario y uno secundario.
Cuando hablamos del juego hablamos de una de las actividades más antiguas del ser humano. En excavaciones realizadas se han encontrado huesos de la mano de la cabra, o las tabas, que son precursoras de los dados, que datan de hace más de 8.000 años. El ser humano ancestral ya jugaba la fortuna, cabe mencionar que existen los juegos de azar y los juegos de habilidad ancestralmente, y desde hace muchos años el jugador empezó a apostar.
El juego es patológico cuando hay deterioro en la persona, y en sus áreas de ajuste. En el caso de los jugadores que apuestan, no quiere decir que todo aquel que va a un casino a experimentar una noche al año, o dos, es ludópata. Un ludópata es la persona en la cual hay un deterioro en su vida, y que esta conducta ha ido absorbiendo sus espacios y tiempos personales.
También existen los juegos de habilidad, por ello hay que ser consciente que también hay adicción a los videojuegos, aunque no es frecuente la apuesta en ellos, si vemos que la persona empieza a pensar demasiado en ellos, a obsesionarse, a no dormir, a no ir al colegio, a no atender a sus actividades escolares, allí hay un problema. Hemos visto casos de niños que no entran al baño y se hacen necesidades en los pantalones mientras están jugando porque tanta es la obsesión que quedan conectados, y pierden la dimensión de su corporeidad.
En el caso del ludópata él ya tiene un problema y debe vivir absolutamente en abstinencia de juego, pues se ha demostrado que los circuitos cerebrales en las adicciones al comportamiento tienen el mismo estímulo cerebral que las adicciones a sustancias. Por lo tanto, son conductas que ameritan de un buen tratamiento y responden bastante bien a este.
Cuando hablamos de la adicción a las personas tenemos que hacer una gran diferenciación con el desorden por dependencia afectiva y emocional que es cuando una persona depende de otra, depende de otro ser humano y transfiere su capacidad de decisión. Es decir, la persona no decide ya qué ropa se va a poner, qué carrera va a estudiar, qué va a hacer durante el día y es otra persona la que va a decidir por ella.
De igual manera hay que diferenciar la codependencia que es el establecimiento de relaciones impares, caóticas e inestables. En una relación codependiente las personas se relacionan básicamente por la dialéctica del afianzamiento y el distanciamiento. Cuando están alejados se quieren acercar y cuando están cerca se quieren alejar. Es una relación patológica, el vínculo está enfermo, la persona desarrolla evidentemente una dependencia del otro ser humano que se vuelve más fuerte cuando está el sexo incluido. No solo es la adicción al afecto, al cariño, a estar con otro ser humano, sino se involucra el sexo también.
Esto también necesita de una atención particular.
Esta es una adicción que viene creciendo. La oferta de pornografía en internet cada vez es mayor, la facilidad de conseguir citas es cada vez mayor. Se están desarrollando gran cantidad de comportamientos obsesivos por parte de las personas para conseguir citas o relaciones sexuales por internet, sumado a esto la visualización de películas pornográficas que en muchas ocasiones trae consigo la masturbación compulsiva.
¿Cuándo esto llega a ser patológico? Cuando realmente está impactando a la persona, es decir, absorbe sus unidades de atención, la persona en su motivación e intencionalidad se enfoca en satisfacer su adicción, se despreocupa de la familia, de obligaciones, de responsabilidades y, además, son progresivas.
Muchas veces si no hay un buen tratamiento, hay que tener en cuenta que las adicciones pueden ser transicionales, de esta manera las personas que tenían adicción al alcohol pasan a la marihuana, la dejan y pasan al sexo compulsivo. Esto necesita una solución de raíz, para comprender vamos a hacer un parangón con la mitología griega cuando a Hércules lo condenan a todos los periplos de vencer gran cantidad de pruebas, entre ellos a un dragón de 7 o 12 cabezas según sean los historiadores. Cada vez Hércules cortaba una cabeza al muñón le salían siete más, la única manera de acabar con el dragón fue atacando al corazón, realmente allí murió el dragón. Las adicciones suelen ser así, sino se llega la raíz del problema, a la etiología de la adicción, al trasfondo del conflicto interior no se va a tener una buena solución. Por ello, es tan importante un tratamiento adecuado para que la persona resuelva sus conflictos interiores, para que mejore su personalidad y, de hecho, pueda alcanzar una vida más plena.