Los síndromes y complejos psicológicos son sinónimos y cuando los mencionamos nos referimos a un cumulo de elemento psicológicos que están presenten en una persona, cada quien tiene sus elementos particulares y es esto lo que le hace estar dentro de un cuadro específico. Aquí la palabra síndrome hace alusión a que lo psicológico tiene implicaciones dentro de lo biológico, entonces es importante tener presente el tema de los síndromes y complejos dentro del tema de las adicciones y al momento de estar en tratamiento del alcoholismo, uno de ellos es el síndrome de abstinencia.
Cuando hay unas adicciones va a existir abstinencia, hoy en día sabemos que hay una gran diversidad de sustancias que van a generarla, porque hacen dependencia y generan una neuro adaptación y es eso lo que hace que la persona se convierta en dependiente. Entones, al momento de dejar de consumir esta sustancia se va provocar una serie de factores psicológicos que resultarán indecibles para la persona. Y según de la sustancia el síndrome de abstinencia será de leva, moderado o severo.
En Fundación Futura tiene una opción para tratar su adicción, ofrecemos un enfoque humanista existencial con el paciente. Nuestras técnicas abarcan el enfoque, en la Psicología Bioética, que integra lo más modernos de la Psicofarmacología, psiquiatría, mindfulness y psicología. Una herramienta poderosa contra los desórdenes adictivos, alimentarios, depresiones, bipolaridad y patologías duales, entre otros.
El síndrome de abstinencia en el alcoholismo
Dentro de lo síndromes de abstinencias que se presenta como severo está el que ocasiona el alcoholismo, en las personas comienzan a presentar alucinaciones. En este proceso la persona tiene deficiencia de la vitamina b1 y es esta carencia lo que hace que tenga síntomas que se asocian al síndrome de Korsakoff. Esto es importante tomarlo en cuenta cuando la persona está dentro de centros de rehabilitación y está en tratamiento atravesado por abstinencia.
Es por eso por lo que necesita supervisión clínica y farmacológica cuando la persona está en este proceso y la importancia que se realice bajo supervisión de profesionales, puesto que este síndrome de abstinencia es uno de los más severos.
También existe el síndrome de consecuencia, es decir, el efecto post consumo, aquí lo que sucede es el efecto rebote, es decir, el cerebro ya se gastó los neurotransmisores que generan bienestar, al ya no tenerlos las personas tienden a presentar depresión, una sensación de estar aislada y una decadencia de su anotomía emocional.
Así mismo se pueden dar distintos síndromes que devienen por el síndrome de abstinencia, en ocasiones en personas que han superado la abstinencia, pero no así la adicción y se refugian en su identidad de adictos. Estos síndromes ameritan toda la atención cuando se lleva un tratamiento de adicciones.
Complejo de Erostrato
Este tiene origen en Freud. Erostrato es un griego que quemó un templo cuando él estaba dentro, quería reconocimiento y murió en el intento. Por lo tanto, este síndrome se da principalmente en adolescentes y se presenta cuando las personas quieren brillar por lo malo, ya que no se siente capaz de sobresalir por lo bueno, o de poder realizarse personalmente. Por lo tanto, comienzan a presentar comportamientos que transgreden las normas, a la rebeldía y en muchas ocasiones este es precursor para consumir sustancias, especialmente cuando son prohibidas.
Síndrome de Munchausen
Este síndrome se apoya en enfermedades para no asumir roles de vida, sus compromisos. Podemos ver la primaria y la secundaria, aquí la secundaria se da cuando una madre se inventa enfermedad para buscar reconocimiento de sus hijos. También se ve en personas que han logrado salir de la abstinencia sin embargo no de las adicciones y se refugian en su estado de «ser adicto» sin asumir su compromiso de vida. Por lo tanto habrá que poner atención y ver el tratamiento del alcoholismo adecuado que pueden llevar.
Síndrome de Peter pan
Este se diagnostica en personas que pasan de los 25 años, y se da cuando la persona no asume sus compromisos de vida, y pudiendo valerse por ella misma, sigue dependiendo de sus padres o de terceras personas. Incluso pueden verse en personas bastante mayores de 60 o 65 años.
Síndrome de Wendy
Es el de la complacencia y se da tanto en hombre como en mujeres. Aquí la persona siempre es sumiso y complaciente hacia terceras persona.
Todos estos complejos son precursores de otros desordenes de la personalidad y en muchas ocasiones están asociadas a las mismas adicciones. Por lo tanto, es necesario e importante tener en cuenta estos síndromes presentes pues en muchas ocasiones cuando se da una psicosis secundaria debido al consumo de sustancia psicoactivas, se van formando una serie de connotaciones y de síndromes psicológicos muy particulares que es necesario atenderlos, algunos de estos síndromes es el de Tourette que son tics nerviosos o palabas involuntarias que sirven como atenuantes de la ansiedad.
Por otro lado, también es posible que se vean en personas los desórdenes de la personalidad, como lo es el síndrome de Casandra, que es cuando las personas creen que el mundo se va acabar, un ejemplo claro de ello fue en el 2012, cuando personas creían en las profecías mayas, o cuando pasamos el año 2000.
Otro síndrome que se debe de poner atención especial es el psicótico compartido, este se da especialmente en adicciones crónicas o muy avanzadas, en donde las personas sentirán un estado de irracionalidad intenso. En donde el adicto y sus padres comienzan a jugar un juego de victimización, de complacencia de la adicción, una locura de complacencia, de culpabilizarían.
Por lo tanto, vemos que muchos de estos síndromes se generan debido a las falacias de suplencia de autoestima. Así podemos seguir enumerando una variedad de síndromes que habrá que poner atención sobre todo cuando son complejos derivados de adicciones. Es importante que el un tratamiento del alcoholismo, en donde sean servicios integrales, como lo que ofrecemos en Fundación Futuro, nuestro primer paso es obtener un diagnóstico multiaxial minucioso y preciso, con entrevistas en consejería, psiquiatría y psicología en donde se aplican las más avanzadas pruebas sistematizadas de personalidad.
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