El tratamiento de adicciones es relativamente reciente dentro del enfoque clínico. Los tratamientos contra las adicciones, tanto químicas como no químicas, han variado y evolucionado mucho en los últimos cincuenta años. A raíz de que la mayor parte de las sustancias fueron consideradas ilegales, un verdadero tabú, no estuvieron incluidas dentro del conocimiento académico, ni científico universitario durante muchos años.
La historia de los tratamientos para las adicciones se remonta más o menos a 1930, cuando empiezan a aparecer las primeras facultades de psicología y de psiquiatría. Las facultades de psiquiatría surgieron prácticamente de las facultades de filosofía de las universidades de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, más o menos simultáneamente. La psiquiatría es una ciencia que nace de la medicina, de la psicología clínica y empezó a abordar el problema del alcohol.
La ciencia por aquellos momentos era muy incipiente, prácticamente no existían los tratamientos psicofarmacológicos para manejar la ansiedad, razón por la cual se empezaron a manejar de manera espiritual. Es por esto que surgen los primeros grupos de los Alcohólicos Anónimos (A.A.), en donde, aunque hay una ética que está representada en 12 tradiciones y una metodología en los 12 pasos, su finalidad ―como bien lo dice el 12º. paso― es obtener un despertar espiritual como la resultante de estos pasos. Realmente, los 12 pasos surgen de la Oración de la Serenidad compuesta por el sacerdote Reinhold Niebuhr, quien no se negó a que en su forma corta la oración fuera utilizada por los A.A.
Cuando avanzan las diferentes ciencias surgen los primeros tratamientos clínicos en los EE.UU., más o menos en los años 50, en las instituciones psiquiátricas de Kansas y de Minnesota. Luego, estas metodologías pasan a algunos hospitales de Miami, donde se difunden de manera un poco integral, parte clínica y parte terapéutica de los 12 pasos. Posteriormente, llegan a diferentes partes de Latinoamérica, entre ellas, Colombia.
Ya en los años 60 y 70 se iniciaron con los primeros protocolos denominados detox o desintoxicación, los cuales básicamente cubren síntomas asociados a la retirada o a la abstinencia, bien sea de comportamientos adictivos como al juego o comer compulsivamente, como también de diversas sustancias psicoactivas.
En los años 70 empezaron a evolucionar los primeros tratamientos basados en la medicina y psiquiatría molecular derivados de las investigaciones de quien ganase dos premios Nobel, uno de química y otro de paz, el Dr. Linus Paulin. Sobre esto, tres psiquiatras canadienses y uno norteamericano hicieron adelantos para empezar con una formulación de elementos menores como suplementos alimenticios, aminoácidos esenciales y sales minerales, con el fin de beneficiar todos los fenómenos asociados a la neurodesadaptación y a la neurotoxicidad. Hoy se sabe que las adicciones son una enfermedad, por lo tanto, cualquier abordaje para un tratamiento sobre las adicciones que no las contemple como una enfermedad cerebral se debe descartar de tajo.
Como tal, un tratamiento de adicciones no debe ser fundamentalista, pues lo que le funcionó a uno, no le tiene que funcionar a todos. En esto hay que contemplar lo que esboza el primer paso: la impotencia y la ingobernabilidad. La impotencia está representada por, lo que bien se sabe hoy, una enfermedad cerebral que genera disfuncionalidad a nivel de la conectividad en el cerebro y en la estimulación de determinados núcleos, principalmente la amígdala, el hipocampo y el núcleo de Acummbens. Esta impotencia es la que lleva a la pérdida del control sobre la abstinencia para volver a reiniciar el ritual adictivo. También, lleva a la pérdida de control con la ingesta, es decir que la persona disocia su personalidad, pierde el control y se hace completamente ingobernable.
Cuando examinamos el término ingobernabilidad encontramos que existen desde hace decenas de años todas las metodologías que ya han propuesto Kreaplin, Adler, Ellis, Horney. Ellis, Alport, Maslow, Rogers, Millon, Otto Kernberg y tantos otros que convergen el entendimiento del diagnóstico en personalidad ―las cuales están en los manuales de diagnóstico internacional, en los libros y en las academias de la psicología moderna―, para definir con gran precisión los desórdenes de la personalidad en sus diferentes tipos, bien sea la tendencia al aislamiento, el retraimiento, o bien sea la inestabilidad emocional, la inestabilidad en el autoconcepto y los desórdenes de la ansiedad, por lo tanto se hace un imperativo el tratamiento de estos para que surja un tratamiento eficaz.
Estadísticamente se ha demostrado que más del 85% de las adicciones, excepto las adicciones genéticas o heredadas, tienen un componente de gran peso en la personalidad que debe ser tratado. De igual manera, existe una gran cantidad de aspectos relevantes al yo, al propio self que se van deteriorando porque van surgiendo fracturas en la propia identidad del individuo y pobreza en el autoconcepto. Lo anterior lleva a la persona a una concepción del sí mismo un poco alejada y un poco distorsionada, o con muy pobre ajuste y aceptación en el mismo autoconcepto.
El tratamiento de adicciones en Función Futuro ha sido modelo y referente nacional e internacional. A través del Enfoque Integral ofrecemos la más poderosa y útil herramienta ―de la cual somos los diseñadores de este modelo y los pioneros en América Latina―, como lo demuestran los resultados obtenidos por nuestro equipo a nivel de psiquiatría, de psicología con maestrías, antropología y especialistas en familia, en grupo y en técnicas espirituales. Nuestro enfoque básicamente es humanista, centrado en la persona y no tanto en la rotulación de un síntoma o de un diagnóstico. Es muy importante entender la teología de las adicciones, lo cual tratamos a profundidad desde un minucioso diagnóstico, incluso con un plan de tratamiento para determinar si hay componentes genéticos o una etiología en personalidad. Con nosotros, usted encontrará la mejor solución en el país y en Latinoamérica para el tratamiento de las adicciones.
Por esta razón, nosotros en Función Futuro brindamos tratamientos para las adicciones absolutamente profesionales en los que, si bien nunca desconocemos el fondo espiritual, llevamos la espiritualidad a través de las escuelas fenomenológicas o la psicoespiritualidad, que definitivamente van mucho más lejos, mucho más adelante que técnicas similares o afines. Básicamente, se busca el fomento de los sentidos de la conciencia y elevar los niveles de conciencia donde la persona va a producir una reconciliación consigo mismo, una reconciliación con sus diferentes entornos y una resignificación del sí mismo y de sus entornos, tanto del pasado como del futuro.
Nuestro tratamiento de adicciones se focaliza en situar a la persona en el tiempo presente, que sea una persona con un gran proyecto de vida completamente ajustado a sus habilidades, capacidades y fomentar en ella inteligencias emocionales, inteligencias sociales e inteligencias espirituales. Los resultados estadísticos de nuestros tratamientos para la adicciones ―tanto en adicciones químicas, como no químicas― han sido realmente contundentes contra los diversos síntomas, brindando una de las estadísticas más altas en América.
Así, ofrecemos un sistema basado en psiquiatría ortomolecular, la cual utiliza vitaminas, minerales, sales y aminoácidos esenciales que van a ayudar al cerebro no únicamente a detoxificarse, sino a nutrirse para lograr un proceso completamente neuroplástico y ajustar esas conexiones en las redes neuronales, lo cual se apoya a través de las múltiples actividades que tenemos.
Con nosotros usted encontrará una solución real a sus problemas contra las adicciones, puesto que tenemos tratamientos completamente personalizados y específicos, donde un equipo muy importante de profesionales atiende solo 8 personas internas en tratamiento residencial.
El tratamiento de adicciones en Centro Espiritual & Integral Función Futuro se brinda en modalidades residenciales, ambulatorias y de consulta externa, de manera que se ajusta a las necesidades específicas de cada persona o usuario. No existe un tratamiento único para todas las personas, nuestros tratamientos son diseñados según la sintomatología y necesidades específicas de cada paciente y, por ello, son los resultados. Nuestra tasa asistencial de pacientes es de 1 a 1, lo que brinda una atención absolutamente esmerada para personas que saben que pueden elegir.